Criterio del 7mo Arte... Jackie Por Adán Salgado Andrade

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Jackie

Por Adán Salgado Andrade

Luego de la guerra fría, Estados Unidos (EU) y la Unión Soviética (URSS), tras una efímera alianza para concretar la derrota de la Alemania Nazi, obra del dictador Hitler (un Trump de su tiempo), enfrentaron una escalada armamentista, debida a esa mortífera invención llamada bomba atómica. Así, una vez que EU usó dicha letal arma contra Japón, buscó que “nadie más la empleara”. No contaba con que los secretos tan celosamente guardados por el llamado “Proyecto Manhattan” habrían de ser robados y entregados a la URSS por un espía, Klaus Fuchs, alemán que supo simular muy bien su trabajo como científico en Los Álamos, Nuevo México, en donde se estableció el laboratorio que coordinara Robert Oppenheimer a un costo, en ese entonces, de 2000 millones de dólares y tres años de arduos y peligrosos experimentos (los que ocasionaron la muerte a varios científicos, pues no se conocían todavía bien los mortales efectos de la radiación).

Como resultado, en 1948, tres años después del ataque atómico a Japón, la URSS comenzó sus “ensayos” nucleares, compitiendo, desde entonces, con EU para ver qué país lograba poseer el arsenal nuclear más grande y destructivo de los dos. La escalada nuclear no paró, a pesar de tratados y pactos para limitarlos. Pero sí dio lugar a una especie de enfrentamiento disuasivo, que podría asegurar, según los estúpidos dirigentes de ambas naciones, que por la “superioridad nuclear”, ninguno de los dos atacara primero. Ese periodo se conoció como la “Guerra Fría” pues, por fortuna, no se detonaron las letales ojivas nucleares.

El gran astrofísico Carl Sagan empleó una muy conveniente analogía, refiriéndose a que EU y la URSS eran como un par de niños malcriados encerrados en una bodega llena de dinamita, cada uno con una caja de cerillos, aprestándose a ver quién de los dos sería el primero en prender el inicial fósforo y arrojarlo al otro. Nada más explicaba Sagan, pues es obvio que ninguno de los dos rapazuelos ganaría.

De todos modos, hubo una crisis en octubre de 1962, cuando la URSS comenzó a instalar bases de lanzamiento en Cuba, de misiles nucleares dirigidos, justamente, hacia EU, tratando de “disuadir” a dicho país para que desinstalara las que tenía en Turquía. Por fortuna, la guerra no se dio (no estaría escribiendo estas líneas), gracias a la muy sensata y oportuna acción de John F. Kennedy (1917-1963), presidente demócrata de EU, quien claramente señaló a los halcones del Pentágono que una guerra nuclear nadie la ganaría.

En la cinta “Trece Días” (2000), dirigida por Roger Donaldson, se da una muy convincente idea de cómo, gracias a la diplomacia de Kennedy, de su hermano Robert y de algunos de sus allegados, se logró evitar el Armagedón nuclear.

Justo esa circunstancia, la “blandura” de Kennedy, fue suficiente para que los sectores duros del Pentágono y otros mafiosos “políticos”, urdieran un golpe de Estado contra aquél, organizando su asesinato. Fue tan alevoso el homicidio, que se cometió a plena luz, el 22 de noviembre de 1963, en Dallas, Texas, cuando el presidente, junto con su esposa, Jacqueline, se trasladaban en un Lincoln convertible, para saludar a todos sus entusiastas seguidores.

Dos balazos, uno en el cuello, y otro, en la cabeza, terminaron con la vida de Kennedy, justo frente al amor de su vida, Jacqueline Bouvier (1929-1994), polémica mujer que, al enviudar, fue más polémica aun.

La cinta “Jackie”, dirigida por el chileno Pablo Larraín, se centra en las horas y días posteriores, vividos por Jacqueline, tras el asesinato de su esposo. Como no existía un manual sobre qué hacer en caso de que el presidente fuera asesinado, Jackie, como la llamaba cariñosamente su asesinado esposo, tuvo que hacer acopio de toda su fuerza e investidura, como “primera dama”, que aún le quedaba, mientras Kennedy no fuera enterrado, para imponer las condiciones en que el funeral debía de hacerse. Jackie tuvo que luchar contra todo y todos, excepto Robert Kennedy, su cuñado, quien le mostró gran apoyo.

Esos momentos tan elocuentes e íntimos son recogidos por el filme de Larraín, quien tuvo el buen tino de elegir a Natalie Portman como la polémica Jackie, la que personifica magníficamente a la Primera Dama.

En una escena, una amiga le dice a Jackie que “tienes todo el futuro por delante”.

En efecto, Jacqueline no dejó de lado su futuro y siguió adelante con su vida, polemizándola aún más, sobre todo cuando años más tarde, se convirtió en la esposa del millonario griego  Aristóteles Onassis, tal vez aplicando esa máxima popular que dice “el muerto al pozo y el vivo, al gozo”.

 

Jackie se exhibe en la Cineteca Nacional y salas comerciales.

                                         English translation by Gimena Joelson

                                                                                 Jackie

 By Adán Salgado Andrade

After the cold war and after an ephemeral alliance in order to concrete the defeat of  the Nazi Germany,* the work of the dictator Hitler (a Trump of its time) the United States (U.S.) and the Soviet Union (URSS), faced an armed race due to that mortiferous invention called atomic bomb. Once the U.S used that mortiferous weapon against Japan, sought that "nobody else would use it".* They did not expect the secrets so jealously guarded by the so-called *"Manhattan Project" were to be stolen and handed over to the USSR by a spy, Klaus Fuchs, a German who was able to simulate his work as a scientist in Los Alamos, New Mexico , where the laboratory was set up and ()coordinated by Robert Oppenheimer at a cost of 2000 million dollars, and after three years of arduous and dangerous experiments (that caused the death of several scientists, since the mortals effects of radiation() were not yet well known).*

As a result, in 1948, after three years of the atomic attack on Japan, the USSR began its nuclear "trials", competing, since then, with the United States to see which country would have ()the largest and most destructive nuclear arsenal. The nuclear escalation did not stop, despite treaties and pacts to limit them. But it did give rise to a sort of deterrent clash, which would prevent, according to the stupid leaders of both nations, any of the two countries to attack first.* That period was known as the "Cold War", because, fortunately, the deadly nuclear warheads never were detonated. The great astrophysicist Carl Sagan employed a very convenient analogy, referring to the () US and the USSR as a couple of spoiled children, locked in a cellar full of dynamite, each with a box of matches, preparing to see which of them would be the "First" to ignite the initial match and throw it to the other. Nothing else explained Sagan, because it is obvious that neither of the brats would win.*

Anyway, there was a crisis in October 1962, when the USSR began to set up a missile launching base in Cuba for nuclear warheads, aimed, where else, at the United States. With this move, the USSR tried to force the US to uninstall those nuclear bases it had in Turkey. Fortunately, the war did not occur (otherwise, I would not be writing these lines), thanks to the very sensible and timely action of John F. Kennedy (1917-1963), the democrat president at the time, who clearly pointed out to the Pentagon hawks that() nobody would won a nuclear war.

In Roger Donaldson's film "Thirteen Days" (2000), is shown a very convincing notion of how, thanks to Kennedy's diplomacy, his brother Robert and some of his closest associates, the nuclear Armageddon was avoided.*

However that circumstance, that is, Kennedy's "softness," was enough for the hard sectors of the Pentagon and other "political" Mafiosi to () cook up a plan against him, organizing his assassination. The murder was so treacherous that it was committed in full light, on November 22, 1963, in Dallas, Texas, when the president, along with his wife, Jacqueline, were moving on a Lincoln convertible to greet all his enthusiastic followers.

Two bullets, one in the neck and the other in the head, ended the life of Kennedy, just in front of the love of his life, Jacqueline Bouvier (1929-1994), a controversial woman who, in widowhood, was even more controversial.*

The film "Jackie", directed by the Chilean Pablo Larraín, focuses on the hours and days lived by Jacqueline after the murder of  her husband. As there was no handbook on what to do in case the president was killed, Jackie, as her murdered husband affectionately called her, had to pool all her strength and endowment, as "first lady," which she still had, as long as Kennedy was not buried, to impose the conditions by which the funeral had to be done. Jackie had to fight everything and everyone, except Robert Kennedy, his brother-in-law, who showed her great support.*

Those so eloquent and intimate moments are picked by the film of Larraín, who had the good sense to choose Natalie Portman as Jackie, who so magnificently embodies the controversial First Lady.*

In one scene, a friend tells Jackie that "you have all the future ahead."

Indeed, Jacqueline did not put aside her future and went ahead with her life, polemicizing it even more, especially when, years later, she became the wife of the Greek millionaire Aristotle Onassis, perhaps applying that popular maxim that says “life goes on" (*Translator Note)

Jackie is exhibited at the National Cineteca and commercial halls. (T.N)

T.N. This particular maxim as the author states does not make sense in English, but would have the same meaning of “life goes on”. In the original as "el muerto al pozo y el vivo al gozo".

T.N. Avenida México Coyoacán 389, Colonia Xoco, 03330 Ciudad de México, CDMX or visit http://www.cinetecanacional.net/

 

 

 

 

 

 

 

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