Criterio del 7mo Arte... Bellas de Noche Por Adán Salgado Andrade

BELLAS DE NOCHE

 

Quienes fuimos jóvenes en la era de finales de los 1970’s y principios de los 1980’s, recordaremos la época en que el país vivió una efímera bonanza, gracias al descubrimiento de un súper yacimiento de crudo en Chiapas, que, repentinamente, nos llevó a convertirnos en “potencia petrolera”, gracias a la cual, la propaganda política de que el progreso y la riqueza habían llegado para quedarse, pareció, en efecto, convincente. Así, entre 1977 y 1982, México simuló remontarse y asemejarse en todos los niveles a un país desarrollado, en el cual los estándares económicos, industriales, tecnológicos, consumistas… y hasta culturales, mostraban no tener límite y aparentaron ser, incluso, engañosamente vanguardistas.

Una de tales manifestaciones culturales fue la cinematográfica, en la cual, tres elementos: violencia, drogas y, sobre todo, sexo, fueron los más constantes de las películas que se producían y que tenían, merced a la aludida bonanza, apoyo estatal, a través de las compañías cinematográficas conocidas como CONACITE I y II, las cuales, no tenían empacho en financiar filmes que mezclaran tales elementos.

Debe recordarse que, una década antes, en 1968, la mafia priísta en el poder – la misma que, por desgracia, sigue detentando el control de este saqueado país – había masacrado genocidamente a cientos de estudiantes, por lo que una simulación de “apertura democrática” era más que necesaria, era vital para que los tambaleantes poderes fácticos se renovaran y no sólo se controlara a la gente con fuerza bruta, sino que se dieran aparentes intentos de liberación y abierta mentalidad. Qué mejor lugar que la cinematografía, para hacerlo. Y a la par de cintas en donde la violencia era la constante (Ratas del Asfalto o El Judicial, por ejemplo), nació un muy particular estilo, en el cual picardía y erotismo, rayando en pornografía muy a la mexicana, era lo que atraía a miles de espectadores, sobre todo hombres jóvenes, no tan jóvenes y hasta sesentones. Con argumentos mediocres, combinando a “pícaros” cómicos con las así llamadas encueratrices, todo llevaba, en la mayoría de las escenas, a que chascarrillos y bromas sexuales se coronaran con el desnudo total, bastante gráfico, de la vedette o vedettes de moda, que eran los más esperados momentos del público masculino, quien era la mayoría de quien asistía a ver tales, digamos, taquilleros burlesques cinematográficos.

Y así como figuraron varios cómicos, a raíz de tales cintas, como El Caballo, Alfonso Sayaz, Borolas, entre otros, también las sensuales chicas que sin tapujos (o si los tuvieron, no se notaban), mostraban sus encantos corporales, llenaban el reparto de títulos como “Las ficheras”, I y II, “Las del Talón”, “Bellas de noche” y decenas más que tapizaban buena parte de las carteleras de entonces.

Y, justo, retomando el mencionado título de “Bellas de noche”, me referiré al documental mexicano, del mismo nombre, dirigido por María José Cuevas (hija de José Luis Cuevas).

Cuevas rescata a cinco vedettes de las tantas que figuraron en la época referida. Vemos a Olga Breeskin, Rossy Mendoza, Wanda Seux, Lin May y a la Princesa Yamal, todas en sus sesentas de edad, todas ellas esforzándose porque los últimos destellos de madurez física no las abandonen. Algunas, como Breeskin, May y Mendoza, aun presentan nostálgicos shows, en los que lucen sus todavía sorprendentes cuerpos, cantando olvidadas melodías, acompañadas de ochenteras coreografías.

Pero a otras, como la Princesa Yamal o Wanda Seux, no les queda más que hablar de sus entrañables recuerdos, que metraje de archivo, muy bien seleccionado, nos ayuda a rememorar, junto con ellas. Algunos son duros, como el encarcelamiento de la Princesa Yamal, argentina ella (muchas vedettes vinieron de Argentina, como ella o Sasha Montenegro, huyendo del golpe de Estado y militarización de Argentina), en 1989, acusándola, falsamente, afirma en el documental, de ser cómplice en el robo de la noche del 25 de diciembre de 1985, de 140 valiosas piezas del Museo de Antropología, de las que se recuperaron cuatro años después 133 y que fue cuando se localizó a la supuesta banda de contrabandistas de arte, que, los “investigadores” no tuvieron empacho en afirmar que estaba liderada por Carlos Perches y su pareja, la Princesa Yamal. “Falso, eso es falso”, comenta en una escena, con los ojos llorosos la alguna vez joven y bella Princesa.

Y Wanda Seux, al final, exclama “Gracias, por acordarse de nosotras”.

Muy buen documental, para recordarlas a todas ellas y revivir esa juvenil euforia que sentimos los jóvenes de esos tiempos, cuando sus esculturales, desnudos cuerpos, nos alegraban la mirada y nos sacudían húmedamente el reprimido lívido.

“Bellas de Noche” se exhibe en la cineteca nacional y salas comerciales.

 

 

Por Adán Salgado Andrade, 23 Diciembre 2016, CdMx.

Imprimir Correo electrónico

Comentarios   

0 #1 Omar Quiroz 10-02-2018 13:12
Muy buen articulo, profe... Claro que Vi esas películas y la verdad me gustan mucho... Un saludo y espero se encuentre bien en todos los aspectos, fui su alumno hace unos años (ing. Civil).... Seguimos en contacto. Me gusto mucho su audio libro "bejote"
Citar

Escribir un comentario


Código de seguridad
Refescar

ArteMio Artes Visuales

ArteMio: difunde y promueve las artes visuales contemporáneas y actuales en México. Pintura, escultura, fotografía, graffiti, instalación, música, literatura... Tiene como objetivos la difusión del conocimiento, la práctica y la adquisición de la OBRA.