Criterio del 7mo Arte... DARK FATE...Por Adán Salgado Andrade

 

DARK FATE

Por Adán Salgado Andrade 

El tiempo, una dimensión, una paradoja, una quimera, lo perdido, lo que hubiera sido, pero no fue. Y, por esa razón, de pensar en corregir el “si hubiera sido así”, el hombre ha fantaseado con viajar por el tiempo.

Herbert George Wells (1866-1846), escribe en su novela “The Time Machine”, publicada en 1895, sobre un mecanismo que permitía viajar por el tiempo, con toda precisión. Se traslada a futuras épocas y en una de ellas halla a los Morlocks, peligrosos seres, que era en lo que se transformaron los trabajadores. Y también halla a los Eloi, elegantes niños que comen frutas y viven en edificios deteriorados. Y, en su ir y venir, hasta altera los acontecimientos. Eso también lo vemos en filmes como la serie de “Back to the Future” (Volver al futuro), estrenados sucesivamente en 1985, 1989 y 1990, dirigidos por Robert Zemeckis, en donde un auto, un, para esa época, muy apreciado DeLorean, es adaptado por el doctor Emmet Brown (Christopher Lloyd), para que pueda llevar por el tiempo a Marty McFly (Michael J. Fox), quien, cada que incursiona en el pasado, cambia el futuro, a veces favorablemente, a veces, no, mostrando que no sería tan fácil volver a los viejos tiempos sin trastornar lo que vivimos. Por cierto, Fox padece actualmente Parkinson. Quizá él mismo quisiera cambiar el pasado para deshacerse de las circunstancias que lo llevaron a adquirir ese inhabilitante mal.

Otra cinta, “The Butterfly Effect”, del 2004 (El efecto mariposa), dirigida por Eric Brees y J. Mackye Gruber, muestra que una mínima intrusión en el pasado provocaría devastadores efectos en el futuro. En otro, Groundhog Day, de 1993 (El día de la marmota), dirigido por Harold Raims, Phil Connors (Bill Murray), va aprendiendo del loop temporal en que se encuentra atrapado y que lo lleva a repetir la misma rutina todos los días.

Y, así, abundan los libros y filmes sobre lo que implicaría viajar por el tiempo, sin, hasta la fecha, estar seguros si realmente es posible viajar por esa, unos llaman, dimensión. Y se han hecho congresos de deseosos de que eso, en efecto, sea posible. Y han esperado, muy ansiosos, a que alguien que venga del futuro, llegue a esos auditorios y les diga que viene de tal futuro… ¡pero nadie ha llegado hasta el momento!

Por supuesto, abundan “testimonios” de personas que aseguran venir de otros tiempos, pasados o futuros, pero mientras no sean constatados científicamente, no pasan de ser meras fantasías de youtuberos ávidos de tener muchos likes.

Como quiera, no es problema, pues las paradojas temporales se siguen planteando en filmes como Dark Fate, dirigido por Tim Miller, que sería, al decir del productor James Cameron, el tercero oficial de la zaga de Terminator, creada por éste, en 1984, con el primer filme, Terminator I.

Se creía que con Terminator II (1991), ya habrían concluido las amenazas de máquinas asesinas, creadas con la nefasta inteligencia artificial, aplicada a la guerra, en la forma de Skynet. Eso, porque gracias a que Sarah Connor y el Terminator alterado en el futuro por su hijo, John Connor, lo salvan a éste de morir por el T-1000, un avanzado Terminator de metal líquido. Pero no, resulta que eso creó otro futuro, uno alterno.

Y ahora es a un modelo muy avanzado de Terminator, el Rev-9 (Gabriel Luna), enviado desde el futuro por Legion, el cerebro militar robótico, que sustituye a Skynet, en esa confusa paradoja temporal, a quien Sarah Connor y Grace (Mackenzie Davis), una humana mejorada del futuro, deben de combatir para salvar a Daniella Ramos (Natalia Reyes), la futura lideresa planetaria de la humanidad, que combatirá a la amenaza militar de locas máquinas asesinas.

Ojalá que fuera posible viajar por el tiempo, pues ¿cuántos queríamos cambiar algunas cosas del pasado?

Dark Fate se exhibe en salas comerciales.

Imprimir Correo electrónico

Escribir un comentario


Código de seguridad
Refescar

ArteMio Artes Visuales

ArteMio: difunde y promueve las artes visuales contemporáneas y actuales en México. Pintura, escultura, fotografía, graffiti, instalación, música, literatura... Tiene como objetivos la difusión del conocimiento, la práctica y la adquisición de la OBRA.