Criterio del 7mo Arte... Ángeles de Charlie ...Por Adán Salgado Andrade

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Ángeles de Charlie

Por Adán Salgado Andrade 

En la sociedad machista en que vivimos, el estereotipo, en casi todo, ha sido siempre el hombre. Los pintores, los escultores, los arquitectos, los ingenieros, los escritores, los fundadores de empresas, los directores de películas, los CEO’s, los presidentes, los sacerdotes, los pastores… ¡hasta los espías, siempre han sido mayoritariamente hombres!

Leía hace poco que, por ejemplo, las mujeres que quieren iniciar empresas, aunque parezcan exitosas, tienen muchas trabas de los inversionistas, pues éstos, la mayoría, si no es que todos, son hombres.

Y siempre, el poder del hombre, es el que determina el curso de la historia, pues casi permanentemente ha dejado relegada a la mujer, la que es sólo su sombra. Bien decía John Lenon, en una de sus canciones, que la “mujer es el negro del mundo”, pues no sólo se le desplaza, sino que se hostiga, se le discrimina, se le golpea, se le viola, se le asesina…

Así pues, cuando, ya sea en la vida real o en la ficción, como la cinematográfica, la mujer se empodera (usando esa palabra, muy recurrida en la sociología), seguro todas las mujeres  (y los hombres que compartimos ese femenino empoderamiento), experimentan la emoción cuando saben que una de ellas se impone a un hombre, sea en una votación, un concurso, una pelea, una discusión…

Está Hipatia (360-415), por ejemplo, gran mujer sabia de Alejandría, asesinada por el impuesto obscurantismo religioso, que consideró a su sabiduría, como cosas de bruja, matándola a golpes, descuartizándola después, y arrastrando caballos sus restos por toda la ciudad.   

O Mata Hari (1876-1917), exótica bailarina danesa, acusada por Francia de espiar para Alemania, durante la Primera Guerra Mundial, lo que le valió que la fusilaran, sin pruebas tajantes. Pero ahí está, vista como heroína, por muchos (años después, la cinta Casino Royal, 1967, de John Houston, retomaría su nombre, para presentarla como la mítica mujer de James Bond, en sus años mozos).

O tomemos a Rosa Luxemburgo (1871-1919), gran filósofa marxista, asesinada en Alemania, por proclamar ideas a favor de la clase obrera durante la formación del nazismo.

Está también Camile Claudel (1864-1943), escultora, considerada por muchos, mejor que Auguste Rodin, con quien sostuvo una dolorosa relación sentimental, que la mandó al manicomio.

Los comics, igualmente, han puesto en alto a las mujeres. Hay personajes femeninos como, por ejemplo, la Mujer Maravilla, creada por el profesor en psicología William Moulton Marston, quien en los 1930’s, diera vida a esa mítica amazona – nada que ver con la versión DC Comics –, que vengaba a todo el género femenino del abuso de poder masculino, castigando severamente a los machos transgresores, lo que provocó severas críticas e infundada censura, como muy bien muestra la cinta “Professor Marston and the Wonder Women” (2017), excelente filme dirigido por ¡una mujer!, Angela Robinson, muy recomendable.

Y, por supuesto, no podía faltar la cinematografía. Vemos a avezadas heroínas vencer a las fuerzas del mal. Incluso, villanas, con tal de mostrar que pueden superar en maldad a los mimos hombres. 

Pero también hay directoras, como la mencionada Robinson, enriqueciendo con sus trabajos, un género aún dominado por hombres, por desgracia.

Justo es a través de la historia fílmica, que recordamos series televisivas como “Mujer Policía” (1974-1978), en donde el personaje principal, encarnado por la actriz Angie Dickinson, resolvía complicados casos. Podía perder la vida, pero, por su gran destreza e inteligencia, salía avante.

O están las heroínas de James Bond, enfrentándose a villanas, en momentos en los que a él, lo hacen a un lado (y ahora, se rumora que la cinta última que estelarizará Daniel Craig, será también la última en donde James Bond sea hombre. Ha pegado la exigencia femenina de que haya total igualdad hasta en esos míticos espías).

Y cómo no recordar esa serie televisiva, también de los años 1970’s, los Ángeles de Charlie, protagonizada por Farrah Fawcett, Kate Jacfkson y Jaclyn Smith, en la cual, tres chicas, dirigidas por el tal Charlie, que nunca veíamos, pero que sólo escuchábamos su voz, recibían sus instrucciones para que pudieran resolver algún caso que pusiera en peligro a la sociedad o hasta todo el planeta.

Sucedáneos de James Bond, dirán algunos. Pero a quienes vivimos la serie en su momento, nos emocionaba que esas tres lindas chicas lograran dominar a malévolos villanos, muy dispuestos a dominar al planeta.

De esa serie, se hicieron ya dos remakes, uno, en el 2000 y, otro, en el 2003, ambos protagonizados por Drew Barrymore, Cameron Diaz y Lucy Liu, con regular éxito.

Quizá sea una cuestión de nostalgia, que sólo las generaciones que vivimos las series de TV, hayamos disfrutado de esas cintas. No así los jóvenes, quienes ni siquiera sabían de aquéllas.

Y, de nuevo, apelando quizá a esa nostalgia, ahora, Sony, nos trae el remake del remake, pero en esta ocasión dirigido por Elizabeth Banks, ¡mujer!, también actriz, que la serie “The hunger games”, hiciera famosa, y protagonizado por Kristen Stewart, Naomi Scott y Ella Balinska, ésta última, dándole lo multiétnico a todo el asunto.

Y qué bueno que, siendo una cinta de heroínas, haya sido dirigida por una mujer. Quizá por eso ha sido tan criticada. De nuevo, es vituperar un trabajo femenino, ser masculinamente exigentes en exceso.

Y probablemente por esa falta de nostalgia, no hayan sido tan exitosas las versiones cinematográficas.

De todos modos, son disfrutables, si no se las ve con el rigor de los llamados “críticos cinematográficos” (que me gustaría verlos hacer una película, ¡a ver si tan buenos son!).

En la presente versión, en donde las Ángeles luchan contra un traidor de la organización, que pretende apoderarse del mundo por medio de un dispositivo cibernético, las peleas entre mujeres y hombres, se presentan muy convincentes, al tú por tú, éstos, pegándoles a ellas como si fueran hombres, pero, éstas, no dejándose, respondiendo con la misma, letal violencia, tal y como sería en la vida real una pelea así, sin miramientos.

Y, cuando eso se ve, es de desearse que las mujeres hostigadas, torturadas y violadas, pudieran enfrentar así, y hasta eliminar, a tanto macho asesino que sólo busca ultrajarlas y matarlas.

Ángeles de Charlie se exhibe en salas comerciales.  

 

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